lunes, 11 de abril de 2022

Vendí mi alma a la pantalla

 ¿Podemos vivir sin nuestro smartphone? 

El teléfono móvil se ha convertido en una droga que creemos que podemos dejar pero, a la hora de la verdad, no queremos separarnos de él. 

Según diversos estudios, pasamos prácticamente 1/3 del tiempo que estamos despiertos mirando la pantalla del celular. Esto es, una media de 5 horas al día. ¡5 horas al día! Y luego decimos que no tenemos tiempo para nada. 

Vamos a aterrizar y comprobarlo en primera persona. ¿Sabías que podías hacerlo? Desbloqueo la pantalla con mi huella dactilar y sigo la secuencia: Ajustes/Bienestar Digital/Tiempo de uso. Y además puedes ver cuánto tiempo has dedicado a cada app que has usado en el día. Mi semana pasada, 37 horas y 6 minutos de uso del teléfono, es decir, una media de 5 horas y 15 minutos al día, o lo que es lo mismo, 80 días y 8 horas al año.

Tomemos los datos con perspectiva. Teniendo en cuenta que anualmente vamos a pasar mirando la pequeña pantalla unas 1.825 horas, esto implicaría que en una vida de 85 años le habremos dedicado 155.125 horas a nuestro inseparable amigo (enemigo) o, lo que es lo mismo, 6.463 días, es decir, 215 meses o 17,95 años. 

¿De veras queremos invertir 18 años de nuestra existencia en fijar nuestros ojos en el móvil? 

A mí me salen casi diecinueve... 

Esta entrada, que dista de la línea seguida en las anteriores, nace de una reflexión personal que llevo rumiando varios días pero que quería compartirla porque me parece realmente importante. Fijémonos que únicamente he hablado del celular. Las personas que trabajan diariamente con el ordenador pueden estar seguros de que sus ojos se esforzarán durante muchas más horas en enfocar la pantalla. ¿Y si le sumamos el tiempo que dedicamos a la TV? Series, películas, programas, noticias, anuncios... cuidado, que a lo mejor esos 18 años se pueden quedar muy cortos y duplicarse o triplicarse en el peor de los casos. Espeluznante. Y el futuro parece que no nos depara nada bueno en este sentido, pues cada vez más dependemos de estas tecnologías. Dan escalofríos.

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