Hace apenas unos días, el sistema Bitcoin, sobre el que escribí recientemente, ha sufrido "problemas técnicos" y una serie de "ataques cibernéticos", como el mismo ex-presidente de la Fundación Bitcoin señalaba, que ha provocado pérdidas económicas por valor de varios cientos de millones de dólares.
No es sólo el hecho en sí el que hace temblar al sistema Bitcoin. La pérdida de confianza en la divisa digital también ha contribuido notablemente a que hoy día se encuentre devaluada respecto a lo que valía hace un mes. Parece que es natural pensar si debemos fiarnos o no del funcionamiento de esta moneda. Y no únicamente se trata de fiarse o no. También sabemos que la moneda se guarda en el ordenador y no puedes pasarla de un sitio a otro con facilidad. Es decir, no se trata de un archivo que puedas copiar en una memoria digital. Cada bitcoin es único, no existe copia alguna.
¿Y qué ocurre, pues, si se estropea el ordenador, si entra un virus? En efecto, el riesgo de perder un bitcoin es alto, a pesar de que cuenta con un sistema de alta seguridad que precisamente impide que puedan copiarse o realizar fraudes con los mismos... o al menos hasta ahora. ¿Hasta qué punto es seguro? Podríamos preguntarles a los antiguos dueños de los Bitcoins perdidos recientemente, por valor de millones de euros...
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