sábado, 28 de julio de 2012

Google Drive, ¿Novedad?

Google drive ya no es una novedad. Tampoco resulta chocante que esta empresa haya sacado este servicio de almacenamiento en línea. Está de moda, es útil. Extraño que Google, empresa que se está haciendo con el control de la red a marchas forzadas, tardase tanto en hacerse notar.
Mi pregunta es: ¿Qué ofrece este por encima de Dropbox, Sugarsync u otros servicios similares?



En primer lugar, la versión gratuita ofrece una capacidad de 5GB. Ventaja interesante para todos aquellos que quieran hacer un uso moderado de él. Es cierto que no es difícil hacerse con el mismo espacio en otros servicios (como Dropbox), y que muchos otros ofrecen la misma capacidad, véase Wuala, SpiderOak o el propio Sugarsync. Y si lo que buscamos es espacio gratuito, Skydrive es pionero con 7GB.

En términos de propiedad intelectual, es fundamental saber lo que hay. No hay innovación por parte de Google. Al igual que Dropbox (e insisto en este servicio por ser el más conocido); Skydrive, de Microsoft o Box; no dejas de ser el propietario de los archivos. Pero dejas de ser el único. No me refiero a los archivos compartidos, sino a las condiciones y términos de uso que firmamos sin leer marcando la casilla con un click.

- Dropbox: "Usted conservará la plena propiedad de sus pertenencias. (...) Usted nos otorgará los permisos que necesitemos para llevar a cabo dichas tareas únicamente a los fines de prestar los servicios. Esto incluye a terceros de confianza con los que trabajamos para prestar los servicios (...).

- Skydrive: "El contenido seguirá siendo de su propiedad. (...) El usuario entiende que Microsoft puede necesitar usar, modificar, adaptar, reproducir, distrubuir y mostrar contenido publicado en el servicio exclusivamente hasta el lñimiete necesario para prestar el servicio, y por la presente, concede a Microsoft estos derechos".

- Google drive: "condeces a Google (y a sus colaboradores) una licencia mundial para usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear obras derivadas (...), comunicar, publicar, ejecutar o mostrar públicamente y distribuir dicho contenido." Por suerte, volvemos a encontrarnos con "únicamente con el fin de proporcionar, promocionar y mejorar los servicios y desarrollar servicios nuevos".

Observamos que, al menos, nuestros archivos están "seguros". ¿Pueden verlos terceras personas? Sí. ¿Otorgamos permisos para "jugar" con ellos? Sí. Pero solamente para el bien del servicio que estamos utilizando.

Es una elección que hacemos, son las condiciones y nosotros las firmamos, pero es importante saber lo que estamos aceptando.

A día de hoy, tener una cuenta de Google es más que normal. Ya sea por el sistema Android de los teléfonos, por el servicio de correo electrónico (Gmail) o por el uso del antiguo Google Docs (predecesor del Drive); la realidad es que Google cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo. En este sentido, Google Drive tiene la ventaja de que está incluído en tu cuenta de Google, no siendo necesaria instalación ni configuración alguna.

Puedes también modificar y acceder a tus archivos sin necesidad de internet, acceder cómodamente desde un teléfno móvil o compartir carpetas y archivos como lo habíamos hecho antes con otros servicios.

Es sencillo de utilizar, a poco que se "trastee" con él se empiezan a ver resultados y, como pequeño inconveniente respecto a Dropbox, encontramos que no ofrece compatibilidad con sistemas operativos como Linux, Blackberry o Windows Phone (este último tampoco lo ofrece drop) y quizá que no permite subir archivos de más de 10GB (lo cual no supone mucho problema puesto que en el drop puedes morirte antes de que acabe de subirse un archivo de tal envergadura).

En conclusión, aunque Google Drive no aporta una gran novedad con respecto a sus predecesores, sigue siendo una herramienta cómoda, sencilla y útil que además tiene un futuro garantizado al ser de la empresa que es, aquella de quien nos fiamos, la dueña de internet.

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